Primer contacto con nuestras aves / Adiestramiento

 

Esta guía va dedicada para aquella gente que quiera ganarse la confianza de su psitácida, de tal forma que se pueda adiestrar para poder dejarla suelta por casa para volar, hacer determinados trucos, etc.

 

La guía va dedicada en la primera parte al primer contacto con la aves que no son papilleras y que por lo tanto tienen miedo a la mano humana. De tal forma que veremos como podemos ganarnos su confianza.

 

Hay una segunda parte que es cuando el ave ya esta totalmente familiarizado con el humano. Ahora es igual si es papillero o si es salvaje (siempre y cuando al salvaje se le haya tratado antes para ganarse su confianza).

 

Si empezamos con un ave que no es papillera, el trabajo será más duro pues un ave salvaje le tiene miedo al humano pues cree que le hará daño. Así pues lo primero que hay que hacer al comprar un ave salvaje es instalarlo en un jaula-voladero (preparado todo con anterioridad) y dejarle entre 3-4 días para que el pájaro se aclimate a su nuevo hogar y coga confianza con lo que será su vivienda. Durante estos días es mejor no molestarlo mucho ni presionarlo. De todas formas nos podemos ir acercando a la jaula e ir diciéndole en voz suave cosas agradables o su nombre para que se acostumbre a nuestra presencia.

 

Una vez pasado estos días de aclimatación del ave, podemos iniciar el adiestramiento con ella para que pierda el miedo a nuestra mano. Cabe indicar que métodos de adiestramiento hay muchísimos, pero que el que yo voy a explicar aquí es posiblemente el más positivo para la relación mascota-dueño.

 

Este tipo de entrenamiento se llama: entrenamiento por refuerzo positivo. No deja de ser una serie de rutinas que inculcamos al ave y que cuando esta lo hace bien nosotros lo reforzamos con un premio para que se de cuenta de dos cosas: la primera que aquello que esta haciendo es lo que quiere su dueño, y además que si hace aquello que le piden se les premia. Los loros no son para nada tontos y este mensaje lo captan bastante rápido, pero tampoco es cuestión ni de cinco minutos ni de media hora, ni de dos días. Es un proceso en el que se ha de tener paciencia pues la evolución no la marcamos nosotros la marcan nuestros loros.

 

Una vez explicado en general como funciona este método, lo que hemos de hacer con nuestros loros no papilleros al pasar estos 3-4 días es ir acercándote cada vez con mas frecuencia a la jaula para que se acostumbre más a ti. Al adiestrarlos de esta forma se ha de hacer un esfuerzo para entender su lenguaje corporal e intentar descifrar lo que el pájaro nos quiere decir. Por ejemplo si nos acercamos y el ave empieza a volar por toda la jaula, significará que aún no se fía de nosotros. Pero este no es de la única forma que puede expresarlo también si pega mucho las plumas a su cuerpo significa que esta alerta, que no esta cómodo y que con cualquier movimiento raro él huirá. Así pues el entrenamiento siempre ha de ser con voz calmada y movimientos muy suaves que no asusten al pájaro.

Una vez que veamos que cuando nos acercamos el ave ya no siente miedo que incluso nos mira con atención y curiosidad, hemos de pasar al siguiente nivel que es buscar y darle su comida favorita entre los barrotes (para esto antes hemos de ir probando que es lo que más le gusta y retirárselo de su alimento diario, para que cuando lo vea tenga ganas de comerlo). Al principio lo más posible es que el ave no se acerque, tenga miedo. Pero si repetimos este proceso a lo largo de los días el ave sentira curiosidad y vera que aquello que durante días se introduce entre los barrotes de la jaula no es un peligro y acabará comiendo de tus dedos.

 

Cuando el ave este totalmente familiarizada en comer de tus dedos entre los barrotes, daremos un paso más allá y sera dárselo directamente con la mano en el interior de la jaula. El proceso sera exactamente el mismo, en un principio el ave se mostrará desconfiada pero acabará comiendo. Siempre es muy importante no presionar al ave. No poner desde el primer día la mano pegada al ave para que coma, pues muy posiblemente revoloteará. Primero se la ponemos a una distancia prudencial en el que el ave no sienta miedo sino curiosidad y que vea que aquello que se introduce en su hogar no es peligroso. Así y poco a poco iremos acercando más la mano hasta que llegue a comer de ella.

 

Todo esto quiero recalcar que es un proceso lento y constante en el que las cosas se han de hacer bien sin presionar al loro. Pues siempre es mejor poco pero bueno que mucho y malo. Así pues un entrenamiento de unos 10-15 minutos de sesión, serán perfectos. Otro aspecto a considerar, es intentar acabar el entrenamiento con un fin positivo y no con una acción que no es la correcta. Por ejemplo, si le estamos dando comida ya en el interior de la jaula, intentar que la última vez que le demos de comer lo coja y no que haya revoloteado al acabar la sesión.

 

Y eso si, el ritmo recuerda que no lo marcas tú, lo marca tu loro.

 

Una vez que tu loro te coja la comida en el interior de la jaula intentaremos mientras que le das de comer que se suba al dedo. Cuand

 

o este lo haga sin temor e incluso sin ofrecerle comida, significará que tu loro ya tiene tu confianza. En estos momentos ya podemos sacar al loro de la jaula para que vuele un rato por el interior de la casa (siempre todo cerrado y vigilando nosotros cuando estás fuera de la jaula). En el momento en el que ha de volver a la jaula se va pausadamente hacia donde este le ofrecemos el dedo para que se suba (si se resiste podemos ir con un poco de comida) y lo introducimos en el interior de la jaula. Nunca si no se deja posar en el dedo cogerlo con las manos, pues todo el trabajo que habreis hecho para que adquiera vuestra confianza se irá al garete.

 

 

Ahora si, una vez que el pájaro tenga totalmente confianza con vosotros podemos iniciar la segunda etapa del entrenamiento y ahora ya da igual si es papillero o un ave al que te has ganado su confianza.

 

Este paso podemos decir que más simple que el anterior de ganarse la confianza de un loro salvaje. Simplemente para enseñarle la orden de venir o algún truco se basa en un ejercicio de repetición y premio.

 

Para enseñarle ordenes siempre se hace des de un inicio simple hasta llegar a la orden completa.

 

Por ejemplo: si queremos enseñarle la orden de venir, no intentaremos que venga volando desde donde esté a nosotros des de la primera vez. Primero nosotros diremos la orden como por ejemplo ven!, seguidamente le haremos subir al dedo y le premiaremos. Este proceso se lo repetiremos varias veces hasta que el ave vaya cogiendo la dinámica del ejercicio. Una vez que esto lo tenga dominado intentaremos poner la mano lo suficientemente alejada como para que tenga que dar un saltito para apoyarse en tu mano y recoger el premio. Un aspecto importantísimo es premiarle de una forma correcta. Los loros son muy listos y aprenden que si hacen por ejemplo ese pequeño saltito para ir a tu mano el recibirá el premio que le gusta y muchas veces lo hacen sin que tu se lo ordenes. En este caso se le dice: no! Y se vuelve al palo o a la jaula o donde se le este adiestrando y solo se le premiará cuando le digamos ven! y de ese pequeño saltito a la orden nuestra.

 

En definitiva este proceso lo que hemos de hacer es ir complejizando el ejercicio cada vez poniéndonos más lejos hasta que el ave consiga ir hacia donde tu estas con la orden ven! y hemos de conseguir al final que vaya sin ningún tipo de premio (sin ningún tipo de premio alimenticio, pero si emocional con carantoñas y palabras bonitas hacia el loro cuando lo hace bien)

 

Pues como este ejemplo de la orden de llamada se hacen todos los ejercicios, siempre con sesiones cortas pero efectivas (es decir si vemos que el ave no presta atención será mejor dejarla y no presionarla) siguiendo el ritmo del loro y empezando siempre por la parte básica del ejercicio hasta llegar al resultado final.

 

Finalmente quería mostrar otro método que también se utiliza bastante para conseguir lo que hemos explicado en la primera parte de esta guía (ganarse la confianza de un ave salvaje).

 

Es un método más drástico que a mi no me acaba de gustar mucho pero que una gran cantidad de gente usa. Este método se basa en introducir la mano directamente en la jaula (después de los días de aclimatación del ave). En los primeros días el loro revoloteará mucho pero al cabo de unas cuantas sesiones se dará cuenta que aquello que se introduce en el interior de si habitáculo no es peligroso para él. Entonces cuando ya no revolotee e incluso se pose en nuestra mano, le podemos dar su alimento preferido. Así también acabaremos ganándonos su confianza y verá que no somos ninguna amenaza aunque si que es verdad que al principio el ave si que estará asustada al ver nuestra mano.

 

Y finalmente otro método si es que lo podemos clasificar así el ganarse la confianza a partir de un tutor. Es decir con la ayuda de otro loro de la misma especie al que estamos tratando que ya tenga nuestra confianza ya sea papillero o salvaje. De esta forma lo que hacemos es que el ave al que aún no tenemos su confianza vea como el otro loro de sus misma especie se viene con nosotros no sin ninguna consecuencia sino que además adquiere su alimento preferido. Esto agiliza muchísimo el ejercicio de confianza.

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